Primero, asegurar una calidad de producto consistente. Ya sea produciendo gránulos de plástico o alimento para animales, cada producto debe tener aproximadamente el mismo tamaño, dureza y densidad. Si la velocidad del extrusor fluctúa, por ejemplo, el tornillo a veces gira a 60 revoluciones por minuto y a veces a 40 revoluciones por minuto, el tiempo de procesamiento de la materia prima en la máquina será inconsistente: la materia prima procesada durante más tiempo se derretirá en exceso, mientras que el material procesado durante menos tiempo no se derretirá por completo, lo que resultará en que algunos productos extruidos cumplan con los estándares mientras que otros no. El control de velocidad mantiene la velocidad del tornillo estable en un valor fijo, como consistentemente 50 revoluciones por minuto, asegurando un tiempo de procesamiento de materia prima consistente y una calidad uniforme del producto, previniendo situaciones en las que "una tanda es buena y otra es mala".
Segundo, mejorar la eficiencia de la producción y evitar perder tiempo. Diferentes productos tienen diferentes requisitos de producción. A veces, para cumplir con los plazos, el extrusor necesita funcionar más rápido; otras veces, las materias primas son más especializadas y requieren un procesamiento más lento. El control de velocidad permite ajustes flexibles basados en la demanda: por ejemplo, cuando los pedidos son abundantes, aumentar la velocidad del tornillo de 50 revoluciones por minuto a 60 revoluciones por minuto puede aumentar la producción en un 20% por hora; cuando los pedidos son pocos o las materias primas son difíciles de procesar, la velocidad se puede reducir para garantizar la calidad. Sin control de velocidad, la máquina solo puede funcionar a una velocidad, ya sea no cumpliendo con los plazos o sacrificando la calidad por la velocidad, lo que resulta en ninguna mejora en la eficiencia.
Tercero, reduce el desperdicio de materia prima y disminuye los costos. Si la velocidad del extrusor no se ajusta correctamente, es fácil experimentar "bloqueo de material" o "marcha en vacío": si la velocidad de alimentación es demasiado rápida y el tornillo gira demasiado lento, la materia prima se acumulará en la máquina y la bloqueará, requiriendo un apagado para la limpieza, lo que esencialmente desperdicia este material bloqueado; si la velocidad de alimentación es demasiado lenta y el tornillo gira demasiado rápido, no hay suficiente materia prima en la máquina, y el tornillo funcionando en vacío no solo no produce nada sino que también desgasta la máquina. El control de velocidad permite que la velocidad de alimentación coincida con la velocidad del tornillo. Por ejemplo, cuando el tornillo gira a 50 revoluciones por minuto, la velocidad de alimentación es la correcta para que la materia prima entre de manera uniforme, sin obstrucciones ni marcha en vacío. La tasa de utilización de la materia prima se puede aumentar en un 10%-15%, lo que puede ahorrar muchos costos a largo plazo.
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